Los dos grandes de
España están viviendo la misma situación: no tienen recambio defensivo, cuando arriba les sobra por todos lados. Con solamente mirar los suplentes ofensivos del
Real Madrid, se toma conciencia de lo desbalanceados que están: Callejón, Higuaín, Modric, Kaká... Jugadores que serían titulares indiscutidos en prácticamente cualquier equipo del mundo.
Pero tal como al
Barcelona, al
Real Madridle faltan defensores. Las lesiones lo obligaron a inventar marcadores laterales, pero me dio la sensación de que las elecciones tácticas no fueron las mejores.
Al mover a Sergio Ramos como lateral, no solamente perdió a un central de gran presencia: también hizo jugar a Pepe con el perfil equivocado, en un lado izquierdo de la defensa en el que, además, Essien dio muchas ventajas marcando punta. Por ese lado llegó el primer gol tras un error de Pepe y también muchísimos desbordes aprovechando la falta de velocidad de Essien.
Para peor, cuando perdió a Khedira tuvo que poner a Modric en el tándem. Quedó solo Xabi Alonso, igual que en España ante Francia, y perdió también en el medio juego. El socio lógico era Esssien, pero para eso Mourinho tendría que haber arriesgado improvisando a otro mediocampista como marcador de punta.
En definitiva,
Mourinho pecó de ambicioso y no priorizó cortarle circulación en el medio a un equipo que pasa muy rápido de defensa a ataque, algo característico del
fútbol alemán todo, pero que este Borussia Dortmund ejecuta con mucha precisión. El bicampeón de la Bundesliga sabe muy bien a qué juega,con un plantel que se mantiene casi sin cambios y un hoy de moda 4-2-3-1, carrileros que se tiran atrás, un buen enganche y un delantero letal.
Esta cuestión de cómo parar un equipo equilibrado con pocos defensores disponibles seguirá atormentando a Mourinho en sus próximos partidos, aunque seguramente contra rivales que no lo atacarán tanto. Eso sí, no deja de ser significativo que
Real Madrid ya haya perdido cuatro partidos de 13 esta temporada, cuando en la pasada la cuarta derrota llegó recién en el encuentro número 31.
Dijimos arriba, y de hecho lo veníamos diciendo en las últimas columnas, que el
Barcelona está sufriendo demasiado sus partidos porque le están faltando varios titulares en su última línea. Y así y todo, sigue sumando victorias.
Ante el Celtic, una vez más ganó por insistencia. Pero la pregunta es cuánto más le durará esta racha a los de Villanova. Los escoceses los frenaron mucho con muy poco, ya que la diferencia de jerarquía era enorme, pero aún así, se las ingeniaron para complicarlos sin tener que recurrir al juego brusco, recibiendo solamente una tarjeta amarilla.
Tal como al
Real Madrid, se le viene una temporada larga por delante, con compromisos varios por liga y copas, más el desgaste extra de los partidos de eliminatorias que afrontarán sus numerosos internacionales. En la recuperación de sus defensores de más renombre o en los refuerzos que lleguen en el invierno estará la clave.
Los otros dos españoles ganaron y viven momentos mucho más relajados.
Valencia arrancó la Champions con una derrota lógica, pero se recuperó y logró una victoria contundente ante un BATE revelación, que venía de bajar al Bayern Munich, subcampeón europeo y con récord perfecto en su liga.
Me da placer por su técnico, un exjugador mío. Valencia había empezado de manera dubitativa, pero ahora está primero en su zona y encontró el ritmo crucero en su campeonato local.
Otro que sigue hilvanando alegrías es el
Málaga, que le ganó al Milan y confirma todo lo bueno del año pasado y de esta temporada. Lidera sus zona ya opacó a un histórico como el rossonero, que perdió a varios de sus jugadores emblema en estos últimos años y todavía no consiguió hacer el recambio.